miércoles, 28 de mayo de 2008

Sigue sangrando

Cuando uno cree que las cosas se están resolviendo, nunca falta quien llegue y meta el dedo en la llaga. La situación se pone peor si la persona que reabre la herida es la misma que la provocó. Desde el jueves, como lo dije en el post anterior, la herida no ha dejado de sangrar pero hoy sangra más porque aquella mujer a la que aún quiero me habló para platicar como en los viejos tiempos cuando todo era color de rosa (quiero hacer notar mi sarcasmo y ardidez al respecto). Ese acercamiento ha hecho que la extrañe y que esa parte sentimental que aún queda dentro de mi haga su aparición para hacerme más miserable.

En este momento me encuentro sangrando intensamente y no se como detenerlo. Un amigo dice que en estos casos uno debe aguantarse y lamer sus heridas hasta que sanen, yo particularmente prefiero curarlas en alcohol aunque sea un poco más tardado.

domingo, 25 de mayo de 2008

Arrancando costras

Tengo la manía de arrancarme toda costra que encuentro en mi cuerpo. No importa que exista el riesgo de infección, no puedo evitar estarme rascando hasta dejar la herida viva nuevamente. Esta operación se repite hasta que la herida sana y deja una marca que, espero, será para siempre. Desconozco de donde viene este "gusto" por las cicatrices pero en cierto modo me siento orgulloso de las que tengo, en particular de una en mi brazo izquierdo que mide poco más cinco centímetros y que tiene una anecdota bastante pintoresca.

El jueves llevé esta manía a un nivel más alla del físico. Me considero un masoquista psicológico más que físico ya que desde mi punto de vista la peor tortura que uno puede recibir es un castigo físico y el dolor es una de las cosas a las que más le temo; de esta forma prefiero sufrir mentalmente y por esa razón decidí arrancarme la costra de una herida que, hasta ese momento, no había vuelto a sangrar.

Tras un mes de haber cortado y de no saber nada de ella directamente (me llegó un chisme por medio de dos amistades) el jueves me atreví a hablarle a mi ex. La conversación fue vía mensajero instantaneo pero aún así fue difícil oprimir enter y esperar su respuesta. Por patético que suene, me sentí bien por hablar con ella como si nada hubiera pasado sólo que no esperaba que esa plática tuviese efectos secundarios retardados. Los tres días que van desde entonces he estado pensando en ella llegando al punto de que anoche apareció en uno de mis sueños, y eso que normalmente no recuerdo lo que sueño. La melancolía me ha atacado acompañada de ese vacío que le da nombre a este blog retrasando el proceso de superación que iba tan bien hasta antes de ese día.

La curiosidad mató al gato... y a mi me trajo otra cosa más en que pensar. No me queda más que esperar a que la herida cierre de nuevo y hacerme cortadas en los brazos para quitarme costras de verdad que la única consecuencia que tengan sea una linda infección sin consecuencias mentales.

viernes, 23 de mayo de 2008

Sin terminar

Por alguna razón no puedo terminar nada de lo que empiezo. Tengo varias teorías sobre el por qué de mi incapacidad de llevar algún proyecto a buen término. Una de ellas es que soy un mediocre que a pesar de estar consciente de que no le gusta lo que es/tiene no hace nada por remediarlo. Otra tiene que ver con mi estado anímico, no estoy seguro pero a veces creo que estoy sumido en una depresión que me impide continuar con los proyectos que comienzo en alguno de esos escasos días donde ando lo suficientemente optimista como para pseudocomprometerme con un proyecto.

Esta situación me incomoda bastante ya que no he terminado ni la cosa más simple como lo es leer un libro, él cual tiene un mes o más en el buró con un separador ni siquiera a la mitad del mismo. Cuando se trata de eventos donde el único afectado soy yo dicha incomodidad es manejable, lo que últimamente me tiene más incómodo es el saber que mi falta de compromiso detiene en cierto modo a alguien que probablemente pueda salir del hoyo más fácilmente sin mi.

Honestamente no se que me pase y mucho menos tengo idea de como salir de esto... aunque, como ya mencioné arriba, no tengo muchas ganas de encontrarle una solución a mi pésima actitud hacia las actividades que deberían ser una prioridad. Ya me cansé de ver la vida pasar pero no me puedo levantar de donde estoy para empezar a caminar pero si no quiero desperdiciar mi juventud adulta como lo hice con mi adolescencia tengo que encontrar un remedio para esto lo antes posible.

Detesto estar tan consciente de mi persona...

domingo, 18 de mayo de 2008

Gran consuelo

Como cada domingo me encontraba quejandome con un amigo de que mañana la rutina comienza su interminable y frustrante ciclo cuando:

A: Vas a ver q cuando regreses a la escuela vas a estar peor, asi q trata de ver q ahora no estas tan jodido.
J: Gran consuelo: el futuro siempre será peor...

Y después de dicho consejo optimista me dispongo a ir a la cama a esperar a que sea hora de levantarme para ir a trabajar...

miércoles, 14 de mayo de 2008

Hace un año...

... que debí haber muerto.

Lo que comenzó como un simple dolor de estomago un miercoles terminó en una operación de urgencia un lunes pasado medio día. Es gracioso como se dieron las cosas, un dolor leve que iba y venia confundido con un una posible diarrea que jamás llego y una colitis que hacía mucho no se manifestaba resultando en una apendicitis que nadie imaginó. Una noche eterna de domingo, gracias al dolor, hasta que por la mañana encontré un acomodo que me permitió dormir por un rato hasta que mi madre me despertó para ir al hospital; de no ser por ella hubiera continuado esa siesta por un tiempo indefinido sin saber que por dentro me estaba pudriendo.

Siete de la mañana en urgencias, me avisan que no podría salir hasta el día siguiente. ¿La razón? Apendicitis aguda gracias a cinco días de putrefacción. Nada de que preocuparse, sería una cirugía de media hora.

Dos treinta de la tarde en quirofano, lo último que veo es al anestesiologo. Creo que se rió de mi.

Cuatro de la tarde, despierto. Miro el reloj, saco cuentas y pregunto "¿Por qué tanto tiempo? ¿Se les complicó?" El enfermero me mira indiferente.

Lo único que recuerdo de la transición quirófano-cuarto es lo bien que dormí en la sala de recuperación. Sin temor a equivocarme, es de las veces en que mejor he descansado. Cuando me encuentro con mi madre lo primero que me dice es "la libraste, ya se te había reventado". El doctor posteriormente me explicaría que durante mi espera para entrar a quirófano el apéndice se rompió provocandome una peritonitis, que no sentí nada por el suero que ya me estaban poniendo y que de no haber estado en el hospital cuando pasó las cosas se hubieran puesto bastante interesantes. Concluye con "pero finalmente todo salió bien".

Días después, ya en casa, dándole vueltas a todo como de costumbre reflexioné "¿y si me hubiera aguantado el dolor otro día?" Siempre he pensado en la forma en que moriré y ese día pude haberlo hecho realmente. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera quedado dormido de verdad y en lugar de despertarme mi madre hubiera supuesto que era mejor dejarme dormir? ¿y si yo hubiera evitado ir al hospital a sabiendas de que podría morir? ¿Vale la pena ser rescatado de una muerte casi segura si no se tiene una razón para seguir? Todas esas preguntas han pasado por mi cabeza muchas veces a lo largo de este año. Tengo mil razones para creer que hubiera dado lo mismo morir ese día que haber continuado como lo hice. A lo largo de este año todo ha empeorado y creo que lo seguirá haciendo sin importar el empeño que ponga para evitarlo. La pregunta que más me he hecho es "si se repitiera ese día pero supieras el posible desenlace, ¿te dejarías morir?" Muchas veces mi respuesta ha sido "SI" pese a que lo que más temo es al dolor físico. Se que mi respuesta ahorita no tiene sentido pero probablemente si me vuelvo a enfrentar con algo mortal y relativamente veloz e indoloro (me niego a morir por una enfermedad cronica incapacitante) le permita terminar con mi vacía vida.

A todo esto, no se si conmemorar mi "segunda oportunidad" o llorar que sigo aquí...

lunes, 12 de mayo de 2008

Enfrentamiento con el futuro

Durante mi visita a la ciudad de Aguascalientes conocí personas interesantes. Una de ellas fuí yo mismo y no porque las reflexiones que tuve durante esos días me hayan mostrado quien soy en realidad sino que en verdad me encontré con alguien que podría ser yo, sólo que quince años más viejo.

Dicho sujeto es primo de uno de mis grandes amigos y casualmente se encontraba ahí porque el citado amigo también lo había invitado. Fisicamente el parecido no era mucho, lo que más llamó mi atención es que apenas entraba a los tardios treintas y el sujeto ya pintaba para calvo. Tal vez yo exagere con mi tendencia a quedarme calvo pero tengo razones genéticas para hacerlo. Esta característica no fue lo que más me "traumó" ya que calvos prematuros hay en todos lados, lo más representativo vino después.

Por obvias razones, durante mi estancia conviví con los amigos con los que iba, mi amigo "el lugareño" y sus acompañantes (entiendase su familia y su novia). Motivo por el cual pude conocer más a fondo al treinton calvo quien iba a su vez acompañado de su novia nueve años menor que él... no tengo que recordar el hecho de que a mi me gustan menores que yo, actualmente nueve años sería un exceso pero quien sabe si con el paso de los años también aumente el rango de edad por el que me siento atraido.

La razón más clara por la que me proyecté en este individuo fue por su actitud. Poseía un humor bastante raro, sobretodo ya estando ebrio, y durante todas las noches que salimos se mantuvo sentado junto con su amigo "el japo" bebiendo y riendose de estupideces mientras su novia no dejaba de bailar sin importar si tenía que bailar sola. Al ver dicha escena mi reacción fue simple: "ese soy yo". Regularmente cuando asisto a una fiesta me dedico a tomar, platicar, reirme de la gente y sin importar quien me lo pida mi respuesta es "no bailo" pero tras observar a mi yo del futuro me di cuenta de que no quiero acabar de esa forma. Se que es difícil ir contra la naturaleza, ya lo escribí en un post anterior, pero tal vez valga la pena hacer el intento para evitar terminar en esa representación física de, lo que a mi juicio es, la decadencia.

sábado, 10 de mayo de 2008

Petición de una madre

Este día de las madres la mía me hizo una solicitud que no puedo cumplir. En lugar de un regalo material como cualquier madre normal, lo que mi mamá quiere es: que deje de tomar.

Para empezar esto haría pensar que soy un alcoholico consumado, cuando en realidad apenas estoy en proceso de convertirme en uno. Admito que la última semana mi consumo de bebidas embriagantes ha sido mucho más elevado que el promedio que he manejado en mi vida pero no es para tanto. Si hacemos cuentas de los últimos 10 días, en 5 he llegado a empedarme pero creo que esto es sólo una buena racha que no se puede dejar pasar.

La razón por la que no puedo cumplirle esta solicitud a mi madre es porque el alcohol ha sido, hasta el momento, una de las pocas cosas que me relajan lo suficiente para dejar de pensar. Esos 5 días ebrio me la he pasado muy bien y me niego a abandonar esa felicidad embotellada que espero con tantas ansias. Es muy egoista de su parte pedirme semejante cosa, no se por qué las madres simepre han de querer privar a sus hijos de los pocos placeres que tiene la vida.

Supongo que este año no bastará con una plancha para superar el día de las madres, veré si eso junto con una bonita y funcional licuadora logran que se le olvide mi pseudoalcoholismo.

martes, 6 de mayo de 2008

Lo que pudo cambiar el presente*

Hoy me siento nostálgico por aquello que pudo ser y que no fue... Mi vida está llena de esos detalles: pude ser normal pero en alguna parte de mi crecimiento terminé por no serlo... pudimos estar juntos por años pero huiste y te deje correr... pude resolver ese "problema" pero mis valores me lo impidieron... pude salir de aquí a tiempo pero el destino me jugó chueco... pudimos tenerlo todo pero sin darme cuenta te pedí algo que no podías ser...

Poner tus esperanzas en alguien o algo es una apuesta demasiado riesgosa, aunque la ganancia sea demasiado atractiva nunca es lo suficientemente duradera para que compense la posible pérdida. He tratado de esperanzarme lo menos posible pero hay ocasiones en que sucede sin que me percate de ello y cuando busco salir es demasiado tarde. Mi lado aún humano sigue esperanzado con un futuro mejor pero a veces el destino se esfuerza por regresarme a mi triste realidad. Quiero creer que si me esfuerzo por algo eventualmente tendré una recompensa que compense todos estos momentos de fracaso pero en días como hoy sólo quiero ensimismarme y dejar que el mundo se joda por su cuenta.

*Supuestamente postearía sobre otro de mis traumas del viaje pero por cuestiones anímicas mi "enfrentamiento con el futuro" tendrá que esperar para salir de mi sistema.

lunes, 5 de mayo de 2008

Luchando vs la naturaleza

Me encuentro justo en el comienzo de la caída anímica postviaje. El vacío ha hecho su aparición y con él la depresión que nunca se le separa. El regreso a la rutina me pegó de golpe al final del día y mi propia naturaleza tampoco ayuda para evadir la tristeza.

Durante el viaje reflexionaba sobre lo difícil que es no ser como la naturaleza nos hizo. Me considero un tipo aburrido y prejuicioso; un hombre es lo que sus prejuicios le dejan ser y en base a esto se desenvuelve socialmente. Lo anterior explica por qué nunca había asistido a un antro hasta la noche del jueves pasado, además siempre me ha parecido ridículo bailar, siento que la gente no se da cuenta de lo mal que se ve haciendo ese ritual. En fin, para este viaje decidí dejar a mi "yo" de siempre guardado y así permitirme hacer cosas que regularmente no hago por lo cual no me opuse a asistir a dicho lugar cuando me comentaron que ese sería el plan y si le sumamos que ya estaba en estado incoveniente a esa hora pues accedí sin resistencia.

El problema se presentó el viernes cuando mi personalidad intentó salir de la maleta provocando mi usual sobreanálisis de las cosas y poniendome en estado melancólico. Estuvo a punto de echarme a perder la noche obligandome a pensar en todas esas cosas amargas que me esperaban en la ciudad y, peor aún, en mi futuro. Lo bueno fue que en base al fiel alcohol pude recuperar la buena onda y aunque no me divertí como la noche del jueves puedo decir que fue una muy buena velada.

Ahora me es complicado comprender por qué no puedo evitar pensar de más en las cosas que me rodean si hace unos días estaba tan bien mientras mi cerebro descansaba de tanto generar teorías amargas. ¿Por qué no puede uno disfrutar todas las cosas en lugar de sólo ver lo bueno en aquello para lo que uno nació predispuesto? ¿Por qué la naturaleza es un obstaculo a vencer cuando uno quiere algo que no tiene? Se dice que la naturaleza es sabia pero probablemente se haya equivocado al hacernos tendenciosos con algunas situaciones. Es triste saber que volveré a mis raices pronto... no se le puede ganar a la naturaleza.

Medidas drásticas

Tal como lo dije anoche: unas horas de rutina y ya me está matando...

Apenas son las ocho de la mañana y ya me harte. Definitivamente deberiamos vivir ebrios, así las cosas son más llevaderas. Igual y mi gran amigo "Red Bull" con una ayudadita de ese gran sujeto ruso llamado vodka hagan el truco...


...no me pueden culpar por intentarlo.

domingo, 4 de mayo de 2008

Todo, eventualmente, regresa a la normalidad

He vuelto tras cuatro días de borrachera continua (uno antes de irme y tres en Aguascalientes) y aún no me cae el veinte de mi regreso. Yo no quería regresar, en este momento podría estar empezando nuevamente a llenar mi sistema de alcohol y no detenerme hasta las 4:30 a.m. de mañana, dormir cinco horas y repetir el ciclo.

Durante el viaje tuve unas cuantas revelaciones, algunas fueron de esas que ponen en riesgo la felicidad del momento, otro par sólo reforzaron ideas que ya tenía en mente. Todas ellas tienen importancia y a lo largo de la semana expondré cada una a detalle, pero en general el viaje puede ser considerado un éxito a pesar de que hay un par de objetivos que no logré concretar.

A mi regreso me encontré con que alguien invadió la privacidad de mi dormitorio en mi ausencia. La principal y única sospechosa: mi madre; su excusa: limpieza. Dentro de las muchas cosas que no soporto está que muevan las cosas de como las tengo y mi madre disfruta de que todo esté como ella cree que debe estar por lo cual a la primer oportunidad mete mano donde no debe y provoca el enojo del afectado para después hacerse la martir si se le reclama. A pesar de que conozco el sistema me es imposible dejar las cosas así ya que esta vez no se limitó a mover las cosas superficialmente sino que ahora hasta los cajones fueron presa de su entrometimiento y si no marco un límite pronto me veré invadido con más frecuencia.

Lo anterior es la primera señal de que he regresado. Sigo sin darme cuenta de lo que significa estar de nuevo instalado en la rutina de un hogar donde no estoy a gusto pero dentro de unas horas, al despertar para ir a trabajar, recibiré esa cubetada de agua fría con el mensaje "malvenido a tu triste vida". Mientras eso sucede seguiré disfrutando de los recuerdos de este buen viaje antes de que sean abrumados por el peso de la melancolía.

jueves, 1 de mayo de 2008

Viva Aguascalientesn!

Me encuentro totalmente alcoholizado, una compañera y amiga del trabajo decidió renunciar y me fue imposible no asistir a su despedida la cual terminó a la 1 a.m. (son la 1:30 a.m. cuando escribo esto).

Estoy a unas horas de partir rumbo a Aguascalientes, un viaje que he planeado con un mes de anticipación... aunque lo único que he planeado es la estancia ya que el resto lo mantengo dentro de los rangos de improvisación debido a que mis planes regularmente terminan fastidiados por el destino por lo que no le permito saber lo que quiero hasta que lo tengo enfrente.

Me preocupa tener muchas esperanzas en este viaje. Espero obtener todo lo que mi vida no obtiene regularmente, entiendase diversión, alcohol y sexo. Volver sin haber disfrutado de esos placeres resultaría en un trauma difícilmente superable.

Decidí ecribir en este estado debido a que no podré escribir hasta el lunes próximo además de que creo que los niños y los borrachos son los únicos que dicen lo que verdaderamente piensan y como me encuentro bastante ebrio este post es de los más sinceros que he escrito en mucho tiempo.

No me puedo ir a dormir sin antes describir como fue mi noche. Honestamente nunca creí que despedir a alguien fuera tan complicado. Me encariñe con esta mujer lo suficiente como para considerarla alguien importante en mi vida y me hubiera gustado que continuara laborando conmigo; deberán saber que yo difícilemente doy un abrazo pero no pude evitar darselo al despedirme. Fue una buena noche de copas pero ahora me encuentro frente a la complicación de hacer mi maleta para largarme... espero tener fuerzas para lograrlo e iniciar lo que considero el viaje que marcará el inicio de mi vida sentimentalmente vacia con el pie derecho...