Quizás fue en la mañana en que vendados los dos descubrimos como eran las cosas...
Y escuchando la música que solía escuchar hace ya varios años fue como todo ese sentir al que llamé Janus salió de donde estaba encerrado y, como a mi casi no me gusta desenterrar cosas o rascarme las cicatrices hasta que vuelven a sangrar, aquí estoy escuchando cuanta canción de esa época me encuentro.
No cabe duda que uno no madura, ni madurará.
Me gusta(ba)s tanto, quisiera aprenderme tu nombre...
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